lunes, febrero 11, 2013

Te Invito A Caer



Aveces siento que se me hace super dificil saber que hacer, que decir, en fin que ser. Durante tanto tiempo senti que no era el que debia ser. Que seguia siendo la sombra de lo siempre me inculcaron que debia llegar a ser. Toda esta mentalidad de preocupacion por el dinero, por mis finanzas y las de mi familia. Por tener y seguir teniendo cierto estilo de vida. Todo un conjunto de reglas y normas sobre como vestir y comportarse dependiendo de la situacion. De como ser alguien con la familia y otro con los amigos.
No a pasado tanto tiempo desde que empece a cambiar por alguien mas. Dificiles esas situaciones donde el pasado nos atrapa y podria decir que nos amarra. Aun hoy no se porque me deje llevar por ese momento y porque dure 4 meses en darme cuenta que es cierto. La gente no cambia. Podra esconderlo o enmascararlo, pero siempre lo llevara adentro.

Ahora, entiendo un poco mas que la vida es como un camino. Un camino lleno de niebla, niebla en la noche. Una franja negra, con curvas y deslices. Y que cada desicion, cada pensamiento, cada accion; Es cada paso que tomamos. 
Y la verdad me encantaria poder sacar o mas bien, acomodar los pensamientos en mi cabeza para que suenen super poeticos y pues si lindos. Talvez melancolicos y nostalgicos. Y ella los lea, y me lea. Tambien me gustaria pensar que apesar de que escribo para ella, -mi senorita que fuma-, alguien mas se pueda identificar y los haga suyos, suyas, de el, de ella, y para todos.

Pase todo un dia tratando de sintetisar algo que queria decir hace tiempo. Cuando el te de la tarde no ayudo del todo.. Entonces, empiezo. Como es posible que aun haya gente que no cree en el amor. Que existe, que esta alla afuera, y probablemente ya los este buscando. Lo peor es que siempre encuentro la misma respuesta. La sorpresa de que aun, yo, crea en el amor. Me encantaria serlo para ella, porque lo necesita. Pero no es el mio, ni el de las historietas.

Somos entonces, lienzos
en blanco. Buscando colores y formas
que nos llenen, nos pinten y nos conformen.

Talvez somos colores, formas o roces.
Talvez somos caricias.

Quizas sea esa luz que se escapa de tus ojos,
ese roce de atardecer. La copa de vino
en la noche ventosa.

El mensaje al anochecer, cual si fuera
poetico y milagroso, aun te saca una sonrisa.
El detalle de no saber si te va a gustar,
de no conocerte y de tu reaccion.

De los celos al fumar, de la luz, del viento
y de caminar. De la invitacion silenciosa
de una sonrisa.

De los planes y los caminos. De la
niebla y del viento. De ser ese, el que te
invite a caer; A desvanecerte en mis brazos.