En la vida, nos encontramos
con vastos tipos de travesias.
Aquellas que nos llevan a un
desenfrenado delirio y las que
colisionan con otros sentimientos.
En el amor, los pasajes son
largos y tediosos. No siempre
recompensados pero aun reputados.
Nos llevan al borde de la nostalgia
y nos retribuyen lagrimas.
Y aun asi con las espectativas
de un periplo tan taciturno.
Aun recuerdo que cuando llego
al fondo, solo me queda mejorar.