"Lo unico que recordaba al dia siguiente era el proposito de mi viaje a la playa. Y el cual no habia sido del todo cumplido. Un tiempo antes de irme de San Jose, conoci una mujer, que permanecera anonima para cierta discrecion. Siempre en mi vida, me enamore o me encariñe muy rapido con la gente. Talvez esperaba que estar en la playa limpiara mi corazon y me diera alguna base de donde comenzar otra vez. Una de las pocas veces que salimos, senti que si habia una conexion y que valia la pena tratar de sacar algo de la situacion. Despues de darle talvez demasiadas vueltas al asunto, lo intente. Recuerdo que una de las veces que viajamos en tren, algo paso con el motor de este y quedamos encima de un puente totalmente a oscuras. Lo primero que hice fue prender un cigarro. Era increible el efecto que le daba al momento, el humo bailaba con el viento y viajaba por los diferentes asientos. Era casi que magico. Pronto retorne al asiento y abraze con cierta incomodidad a mi musa. Iban pocas parejas en nuestro vagon, y no queria parecer que daba un espectaculo a los demas. Empezamos a besarnos, nada fuera de lo normal, pues estabamos rodeados de gente, y no pensabamos en dar un show. Lo que comenzo como un simple beso se transformo en un beso largo y apasionado, que poco a poco comenzo a tomar un rumbo desconocido en nuestros cuerpos. Que cada vez mas juntos empezaban a calentarse. Un calor bochornoso, que se debia simplemente a que estabamos en un espacio un poco cerrado. El frio de afuera hacia que la gente cerrara las ventanas. Un olor a pasion se escapaba de nuestras bocas. Cambiamos de posicion. Ella encima mio, pues era mas comodo para los dos. Nada mas que un beso continuaba en un rincon del vagon. La luna se asomaba por sus nubes hermanas para iluminar nuestro lugar. Un beso a la luz de la luna, una imagen de cuentos. Pero era realmente magico. Alguna que otra mano se colo entre nosotros para comenzar a acariciar lentamente la espalda de mi amada. Yo estaba totalmente fuera de mi. Dejaron de importarme los extraños que nos miraban desconcertados. Empeze a besar su cuello muy lenta y torpemente. Ella suspiraba en mi hombro aun con los ojos cerrados. -"pasion descontrolada quitanos el frio", suspire en su oido. Tiempo despues ella yacia en mi totalmente dormida. Poco a poco la acomode en el asiento de enfrente. Toda la noche la acaricie con la mirada. No entendia como esta mujer tan hermosa podia estar con un poeta como yo. Ya habian pasado algunas horas desde que quedamos en el puente. Poco a poco la luz volvio y se llevo consigo la luz de la luna que horas atras nos hizo compañia. Estaba agotado, me sente con mi musa, su cabeza cayo en mi regazo. Cuando alfin desperte, me encontraba en mi casa. Rapidamente me volvi hacia el reloj de pared, marcaba las 11:30 am. Marque su numero de telefono pero nadie contesto. Pronto iba a comprender que aquellos momentos que no aprovechamos se pierden en la realidad. Pense que lo que necesitaba era tiempo para pensar. Aliste un pequeño bulto con un par de cosas y sali hacia la playa. En lo que..."